LA NOVIA DEL SILENCIO

La noche estaba por demás oscura
Las estrellas titilando de frió en su locura
Los rayos de la tormenta intentaban iluminar con el viento
Pero la pertinaz lluvia ensombrecía aún más el firmamento
Una neblina viscosa cubría sin piedad el paisaje
Un hecho inusual estuvo por concluir su viaje
Con ello llegaba el final de una etapa ligera
Y mi mirada quedaba quieta a punto de entrar en ceguera
Sentía que me elevaba en manos sombrías
Con el rostro paralizado, las manos frías,
Al verte vestida de blanco y gavilla de flores
Con anillo entre tus dedos que un día acariciaron mis cumbres
Aunque en tu rostro caído; la felicidad pareciera que prescinde
Tal vez solo sean por impulsos que la realidad esconde
O caso en tu mente cruza el poeta que siempre añoras
Aquel romántico hombre que le podías besar mil horas
El que te enseño a besar y amar con pureza y sin sosiego
El que cautivo tu sublime corazón cuando apenas era ciego
De quien era luz cuando tus lágrimas eran por prosperidad
De quien era autentico dueño de tu excelsa felicidad

Después de haber vivido a mi lado como nunca
Te enlazas como si nada de blanco y sin bronca
Mientras los demás te ven irradiada de toda bendita pureza
Yo te veo llena de pecados por lo que hicimos rehusando la nobleza
Quizá con los mismos sustantivos te referirás al que hoy te engalana
Con las mismas actitudes intentaras quitarme de tu almohada
Pero cuando mires en el cielo el atardecer con fondo oscuro
Seguro recordaras todo lo que dio mi corazón puro

No reprocho por que hoy ya seas toda una esposa
Celebro alzando tu copa esa dicha que deje entre una fosa
Sabías que en mi camino; los vestidos blancos siguen perdidos
Porque mí en filosofía no existen las promesas de halagos heridos
Entendiste que ningún poeta es árbol para hacer sombra al mismo sitio
Ni es agua para vivir calmando al sediento
Tampoco es sol para vivir alumbrando el mismo mundo
Pero tiene un sentimiento que lo añoraras cuando todo esté perdido
Flavio Bautista Soto