LAUREADA


Mujer gloriosa y laureada con alma sumisa,
tan pura como el viento, cristalina como el mar.
Devórame con tus labios, fecúndame con tu brisa, 
condéname en tu cárcel, déjame en tu silencio gritar.
Purifica mis pecados, con tu sabiduría de profeta,
déjame arrodillar al frente; de tu sagrado altar.
Llévame a tu cielo, donde descansa toda alma honesta,
inventa mi paraíso, cerquita; donde te pueda amar
Adéntrame en tus venas y tu corazón ferviente,
hechízame con tu voz, aguda y agitada.
Enrédame en tu cabello, sutil y radiante,
acurrúcame en tu pureza, en tu alma bendecida
Has que tu inmensa luz, resplandezca en mi esencia,
cual estrella gigante alumbra el firmamento.
Que tu sonrisa pura, cautive mi inocencia
y que me embriague de amor tu grácil aliento.
Flavio Bautista Soto